Pero no hablo de una ausencia provisional, si no una ausencia definitiva, cuando una persona muere, deja una huella muy marcada en la vida de todas las personas que se encuentran al rededor de ella. Los recuerdos, los retratos, las imágenes y las palabras se convierten en los verdugos de tus días, muchos toman formas desconocidas y suelen ser los mas sanguinarios con tu corazón y tus recuerdos, por que no saben que es lo que sufres o lo que pasas y hacen su vida habitual sin saber que dentro de ti hay algo que se rompe, una madre con un niño paseando en el parque, un abuelo jugando con sus nietos, un padre manejando con su hijo, una hermana peleando con su hermano, dos abuelos paseando en el centro comercial, una pareja tomada de la mano, un joven escuchando música; todo puede desatar aquellos recuerdos que guardamos en el inconsciente generando mas desastres que una bomba atómica, en ese momento tu corazón puede reventar y de esa presión es la que hace llorar tus ojos.
Después de la perdida dicen los psicólogos que comienzas a experimentar las distintas etapas del duelo:
- Negación y/o aislamiento
- La Ira
- La negociación
- Depresión
- Aceptación
(Obvio no vengo a hablarte de estas etapas pero si tienes dudas te recomiendo este articulo)
Y ante la ignorancia de muchos vamos saltando de etapa a etapa, algunas veces avanzando y otras retrocediendo y en algunas ocasiones experimentando más de una etapa al mismo tiempo.
Pero ni aun pasando todas las etapas podemos olvidar lo que pasó, quizá aprendamos a vivir con ello y aceptemos la nueva realidad (independientemente de que esta nos agrade o no) pero siempre quedará en nosotros esa cicatriz que deja el saber que alguien estuvo con nosotros y tuvo que partir.
Y todo este rollo mareador es a razón de lo siguiente:
Podemos prepararnos ante la venida de cualquier catástrofe, podemos luchar ante enfermedades y lidiar una y mil veces con lo que va a ocurrir, pero nunca un humano puede acostumbrarse a la muerte o aceptarla sin mover alguna fibra de su ser, por que en el momento que eso pase, dejaremos de ser humanos y comenzaremos a matarnos mutuamente.
Cuesta mucho llevar más de un duelo a cuestas, pero cuesta más no poder vivir mi propia vida y eso es lo que quiero, quiero vivir y superar este dolor, la forma en la que lo haga dependerá de mi y al final del camino quiero que los demás sepan que viví mi vida de tal forma que:
Cuando yo naci todos reian y yo lloraba, por que cuando yo muera todos lloraran y yo voy a sonreír por haber tenido la dicha de tenerlos a mi lado...
... Aunque claro eso aya sido solo para molestarles la vida.
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