En la soledad del amanecer

lunes, 8 de agosto de 2011
Hoy cuando desperté, me asome hacia la ventana y después de mucho tiempo, contemple el amanecer...

Recuerdo, cuando vimos el primer amanecer juntos, después de años a tu lado aún recuerdo como estábamos ambos abrasados, congelados de un frió que helaba al cuerpo, pero no al alma y mientras nuestros cuerpos se congelaban, nuestras almas se amaban, ¿Quién iba a saber que ese amor, por siempre iba a perdurar?.....

Recuerdo la primera vez que te vi, la verdad, me caíste mucho muy mal, a un ser tan apático como tú  ¿Quién lo iba a querer?, poco te trate, pero mucho te llegue a conocer, al cabo de unos meses, te llegue a querer, recuerdo nuestro primer beso, ambos, eramos unos niños, tú 13 yo 11 ambos debajo de una mesa dimos un gran paso a lo que hoy es nuestro amor, caminábamos juntos de la mano, mirábamos la aurora al amanecer y al sol despedirse de la tierra al anochecer...

Años maravillosos fueron esos, llenos de inocencia ahora perdida, pero el destino cruel y traicionero nos separo cuatro inviernos, se apoderaron de mi corazón, caminando sola por las calles, mirando al cielo, sin nada que ver, muriendo muy lento, esperando algún día tu regreso...

Imaginar que nunca llegarías, que a lo largo del tiempo muy sola quedaría, sin haberte dicho siquiera cuanto me dolía que no estuvieras aquí, sin decirte siquiera que para ese entonces tu ya eras parte de mí.

Recuerdo el día que la tristeza por fin se rompió y una tarde cálida de verano, te vi y sin esperar momento te abrase, te bese la mejilla, lagrimas de dulce felicidad llenaron nuestra cara, empapados y entrelazados, juramos nunca separarnos, los años corrieron, nadie los pudo detener, la piel se fue envejeciendo pero en la alma teníamos la juventud de nuestro amor, que aun vive a través de los años...

Hoy finalmente tres y media décadas después estoy aquí recordando, sentada a lado de tú tumba, recordándote mi amor... 

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