Laura niña dulce, de alma clara
Vive en la bahía, cerca del mar
Quien la ha visto reír y llorar
Soñar y sufrir, querer y odiar
El mar la crió desde niña
Con sus olas la mecía
Y con su calma la escuchaba
¡Pobre niña desolada!
Hija del mismo mar
Vivió entre mariscos y coral
Cubiertas con algas y sal
Pero un día inoportuno
Se acerco un joven pescador
A aquella niña linda
Y de ella se enamoró
La miraba a escondidas
Ocultándose del mar
Y una mirada fugitiva
Flecho el alma en paz
Y teniendo padre poseedor
Sello su corazón
Sin obedecer la razón
Todas las noches huía
Y su padre de sus labios no sabia
Que iría a buscar a su amado
Y el mar fingiendo estar dormido
Fue su gran testigo jurado consigo
“Pagará la traición que ha hecho al corazón”
La historia se repetía día a día
Pero una noche muy fría
Mientras la historia no cesaba,
El mar como siempre fingía
Mientras que en la playa
La pareja se entregaba
La relación casi rompía
Y él pronto se marcharía
En barco a un lugar iría
Para labrar su trabajo
Que en haciendas permanecía
El mar prefirió callar
Llevando en la profundidad
Remolinos de dolor
Mientras que su niña
Conocía la pasión
Y entre suspiros y sollozos
Contemplo a la luna
En su máximo resplandor
¡¡¡Oh mi querida Laura!!!
Y el llanto rompió, con tremendo dolor
Dejando pasar la noche
Por fin el alba se rompió con el sol
Y el llanto de Laura al de su padre siguió
Mauro en la barca se despidió:
¡Cuídate mi amor, que pronto volveré!
Y con un beso sello la promesa
Viendo el vacío de su ausencia
Llego al risco sintiendo gran pena
Teniendo en su vientre aquella alma pequeña
Lo observo desde la cima, poco a poco
Se perdía, pronto no quedaba nada.
Nunca más regreso, y a la mañana siguiente
El descubrió en la isla lejana
Que el mar arrastraba poco a poco
A la orilla al padre que aquel niño
Con su cuerpo hecho añico y
Su barca si estribo...
Pobre Laura nunca se entero de nada
Y aun sigue con la viva esperanza
De ver a su amor llegar
Con el niño pequeño,
Jugando con su abuelo...
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